La entrada
llega con retraso… Mucho. No encontraba mucho tiempo, ni tampoco ganas. Pero me
gusta el blog y me gusta leeros; me gusta leer las experiencias de los demás
así que también quiero compartir las mías, aunque sea con el aire.
El primer
cuatrimestre fue duro, muy duro. Me pilló el toro como viene siendo habitual en
mí y como creo que me va a volver a pasar, pero bueno, también pienso que bajo
presión trabajo mucho mejor y me motivo más.
Este año las
asignaturas están siendo densas. Siempre hay una a dos que destacan, pero no
está esa asignatura fácil (está, pero lo es por descarte). Y el cuatrimestre
pasado fueron cuatro con sus correspondientes subdivisiones, lo que al final hace
un total bastante más alto que cuatro. Y esto sin contar la optativa de Atención Primaria.
Pero bueno, que me enrollo:
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Destaco por la dificultad que me supuso a mi
querida amiga la
Hematología.
Estudiarla me resultó pesado al principio, pero una vez que dominé lo básico y
que
Irene me hizo unos repasos muy apañados, se me hizo bastante más llevadera.
Por supuesto que los porcentajes y los criterios se me escapaban, y a día de
hoy los he olvidado, y de los tratamientos ni hablemos… Me acuerdo de lo
básico, claro, pero como nos metamos en cosas de quimioterápicos y anticuerpos,
mi cabeza ha hecho borrón y cuenta nueva. Por un lado entiendo que tengamos que
tener ciertas nociones de los tratamientos que tiene cada enfermedad, pero
creedme que llegaba un punto en que era totalmente excesivo. Y saberse la
excepción, y la excepción de la excepción… Pues nada, si así la quieren
impartir yo no puedo hacer nada, pero obviamente no me pueden pedir que me
acuerde a día de hoy porque vamos jodidos. Iba muy bien preparada para el
examen después de todo, y los resultados no fueron para nada los esperados.
Aprobé, pero en relación al tiempo que le dediqué pienso que me merecía más, o
al menos un modelo de examen en que pudiera demostrar que sí sé manejar la
patología hematológica y que prefiero obviar datos irrelevantes, pero tampoco fue ese el caso. Injusticias de la vida.
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Neumología
supuso para mí ese gran engaño de “será corta y fácil”… y de corta nada, pero
muy difícil tampoco, aunque me gusta tan poco que la estudiaba con tirria (los
pocos días que pude, eso sí, que la hemato requería mi atención). Cuando le
decía a mi compañera de piso (también de Medicina) que prefería estudiar hemato
me miraba con cara de tener algún problema mental, que puede ser, pero que la
neumo se me ha metido entre ceja y ceja y de ahí no sale. La parte de Cirugía torácica sí me resultó más
bonita, pero teniendo en cuenta que me la estudié en un día tampoco es que
pueda decir mucho. Solo que se quedaron a gusto en el examen los cirujanos…
Porque claro, qué estudiante no sabe reconocer el grosor de la aguja con el que
se realiza la biopsia de aguja gruesa entre varias opciones. Qué cosas tengo…
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- Oftalmología
me la quité por parciales y la verdad que la vi más complicada como
especialidad de lo que me esperaba, pero fue bastante fácil de aprobar. Me
sorprendió para bien, me gustaron las prácticas y se me ha quitado un poco el
repelús hacia los ojos.
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Otorrino…
La pobre. Me la estudié en cuatro días contados y del manual del MIR porque no
había narices de meterse los otros apuntes en ese tiempo. Y oye, nada mal,
aprobado con notable. El contraste con el aprobado raspado de la hemato tras
dedicarle toda la Navidad prácticamente… En fin, cosas de la universidad, o eso
quiero pensar. Tengo que decir que a pesar de metérmela deprisa y corriendo se
me ha quedado una muy buena idea general de la patología, pero no me gusta
mucho como especialidad que digamos. Aunque he de decir como punto a su favor
que al dominarla más o menos he superado esa aversión que le cogí con la
histología y la anatomía.
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Por último, Cardiovascular.
Me gustó mucho estudiarla. Muy bonita y muy lógica, y el examen se me dio
bastante bien después de todo. Disfruté entendiendo por fin la insuficiencia
cardíaca y las miocardiopatías. Las arritmias no, nunca las entenderé, aunque
al menos ahora sé más o menos distinguir algunas patologías en los electros
(que no muy bien, la verdad). La parte de vascular me gustó también bastante,
es una especialidad bonita y que me llama la atención, aunque no llegamos a
profundizar mucho en comparación con cardio pero bueno, lo que he visto me ha
gustado.
En conclusión,
ha sido un cuatrimestre difícil y duro entre unas cosas y otras, pero estoy
satisfecha de todo lo que he dado de mí y de lo que he aprendido, y por supuesto
de haberlo pasado limpia y sin contratiempos. También de haberme encontrado
especialidades bonitas como Hematología y Cirugía vascular.
Y como recompensa al terminar nos fuimos a Riviera Maya, nada más ni nada menos.
En este
cuatrimestre se me presentan dos grandes de las grandes, Dermatología y Radiología.
Estoy ya estudiando, creo que por fin puedo decir que he pillado el hábito de
al menos ponerme diariamente, pero me queda mucho por practicar y mejorar en
esto del arte de no dejar las cosas para el final. A lo mejor en quinto…
Mucha suerte
a los que estáis ahora de exámenes y ánimo con el estudio para los que como yo
empezáis a mancharos las manos. También para mis resis y para los que se
estrenan ahora.
Un abrazo a
todos!!